sábado, 15 de diciembre de 2007

Aprovechando el temblor...


Un remezón no le viene mal a nadie, hoy más que nunca... luego de estar entre las sombras, llegó la luz. Sé que no es un brillo que durará eternamente, pero las oscuridades nunca han sido tan negras como para evitar ver el fin de ellas.

Cuando las cosas o situaciones se vuelven insoportables, la felicidad momentanea permanece por mucho más tiempo. Sentir el gusto por esa tranquilidad interna, destellando alegría por los poros, son respuesta a la estabilidad del alma.

Estoy satisfecha, contenta, plena... sacando las conclusiones necesarias por el término de un año más de vida. Tropiezos, llantos, angustias, desesperación, lapusus melancólicos, rutina, sobrepasada, etc. esos sentimientos que agotan el corazón y a menudo, destrozan la mente.

Tomé decisiones buenas, otras no tanto... me arriesgué a confiar, a recomenzar, a lidiar con aspectos nuevos en mi vida, a manejar mi destino, jugué con el destino, pero es algo que fue más fuerte que mis intenciones... simplemente, el destino ya está trazado. Crecí de experiencias, me alimenté de las derrotas, aunque no las sentí tan fuerte, pero son derrotas al fin... Encontré mis placeres más ocultos y, los desagrados más grandes de mis actos. Controlé los hilos del orgullo, amé sin esperar, sólo llegó mi felicidad y tranquilidad... ahora, espero la prosperidad.

Pero no todo es color de rosas... siento que malgasté mi carrera, debí sacarle el jugo a mi proyecto profesional, exprimir mis horas en las salas de clases, preocuparme por mis metas... pero aún así, logré pasar la barrera del cuarto año de universidad. Un nuevo desafío académico trae el próximo año, espero que sea el último de mi carrera... nervios ¡uhhh! muchos, sobre todo porque la vida cambia, las responsabilidades serán de mujer adulta e independiente. Sólo quiero dar a mis padres el segundo regalo de sus vidas (el primero, soy yo) pero (sin desmerecer a mis hermanos), ser profesional, es un triunfo tan mío, como de ellos!!!

Así es la vida... en realidad la vida de la Silvana. Una etapa más que se va al archivo de mis anhelos.